TIP México

Uno de los grandes momentos en la vida es cuando llega el tiempo para tener nuestro primer vehículo o cambiarlo por uno nuevo, pero el gran problema es saber de qué manera debemos adquirirlo, si por leasing (renta) o por medio de un financiamiento.

Ambos esquemas tienen sus ventajas y desventajas que dependiendo de tus condiciones financieras y tus prioridades puede ser lo mejor para ti.

Por ejemplo, el Leasing es un sistema popular en muchos países y en el mercado mexicano se ha vuelto una buena opción para aquellos que tienen actividad fiscal, según TIP México, empresa especializada en el arrendamiento vehicular, en nuestro país sólo 10% de las colocaciones de autos anuales se concretan por el esquema de Leasing, cuando en países como Estados Unidos y europeos es de alrededor del 60%.

Una de las ventajas del Leasing es que el desembolso inicial es de alrededor de 5% del valor del auto contra el 20% o 30% que se requiere en un financiamiento tradicional, además de que como usuario no estás sujeto a la depreciación excesiva de auto.  Los intereses, así como tus pagos mensuales, son fijos y deducibles de impuestos. Puedes deducirlos hasta 6 mil pesos mensuales.

También, al final del contrato te permite comprar la unidad, renovar trato, devolver el coche, traspasar los derechos a otra persona o finalizar la relación con la arrendadora.

En cuanto al crédito automotriz es un préstamo otorgado por un banco o institución financiera para que compres un vehículo nuevo o usado. Por lo general está sujeto a intereses y plazos de pagos fijos, que pueden ir desde los 6 hasta los 60 meses. El enganche es de entre el 10 hasta 20% requerido o el resto de la deuda se divide en el plazo señalado.

La gran ventaja aquí es que el auto tiene el concepto de propiedad, al contrario del Leasing que es una renta.

Para acceder a él debes comprobar tus ingresos, tener domicilio fijo y un reporte positivo en buró de crédito.

Lo principal en este esquema es estar enterado de cuál es el CAT del crédito y la tasa de interés anual, ya que con ello sabrás cuánto debes pagar en total.

También debes estar consciente de las cláusulas del contrato y asegurarte de entender si existe un pago anual o no, pues muchas veces este es el responsable de que el crédito tenga un atraso, pues por lo general el pago es muy superior al pago mensual.

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